Cómo hacer flores de alcachofas – VegaSana (fabricante de flor de alcachofa)
Las alcachofas son una de las verduras de temporada más esperadas gracias a su tierna textura y su inconfundible sabor, desde VegaSana querernos traeros una receta muy simple.. A pesar de ello, su aspecto y su forma no suelen acompañar mucho a la hora de cocinarlas, ya que sus interminables capas pueden quedar demasiado duras y, si son de gran tamaño, el corazón puede estar lleno de espinas. Es por eso que desde hace tiempo se vienen investigando diferentes recetas que hagan más fácil su consumo y que no renuncien a su sabor. Una de las técnicas que más ha triunfado es la de la llamada flor de alcachofa, una receta en la cual se deja el corazón de la verdura expuesto y, además, queda confitado, por lo que su ternura estará asegurada.
Si disfrutas con un buen plato de alcachofas y quieres aprender a hacerlas de una forma vistosa y deliciosa, te vamos a dar la receta para saber cómo hacer flores de alcachofas a la perfección.
Ingredientes:
- 6 alcachofas medianas
- 500 mililitros de aceite de oliva
- Sal y pimienta
- 1 limón
- 1 rama de perejil fresco
Necesitarás:
- Un cuchillo afilado para cortar y limpiar las alcachofas
- Un bol de plástico o cristal con agua fría
- Una olla mediana
- Unas pinzas de metal
- Una fuente de cristal
- Papel absorbente
Pasos a seguir:
1 Lo primero que se debe hacer es limpiar bien las alcachofas. Este puede ser uno de los pasos más laboriosos pero de su ejecución dependerá el éxito del plato. Debes quitar todas las hojas externas que sobran, cortar el tallo, eliminar todos los restos que pueda haber cerca del tronco y, por último, cortar toda la parte superior de las hojas de tal manera que el corazón quede expuesto.
2 A continuación, déjalas reposando dentro de un bol con agua fría, perejil y limón. Estos sirve para que no se oxiden las alcachofas.
3 Una vez que estés listo para comenzar a cocinar, deberás poner medio litro de aceite de oliva en olla mediana a fuego medio. La idea es confitar las alcachofas, por lo que no tiene que estar muy alto ya que nunca tiene que empezar a freír.
4 Cuando el aceite comience a tener un poco de temperatura, introduce las alcachofas bien secas en su interior y comienza a confitarlas en aceite durante al menos unos 30 minutos.
5 Una vez que haya pasado el tiempo, deberás asegurarte de que la parte del corazón está tierna por dentro. Esta es la señal de que las alcachofas están listas.
6 Una vez que estén ya cocidas, sácalas una por una y colócalas en papel absorbente para que se eliminen todo el exceso de aceite y se vayan enfriando.
7 Cuando estén completamente frías, con ayuda de las manos, deberás ir abriendo con cuidado las alcachofas, dejando que se vayan abriendo sus hojas hacia afuera y dejando al descubierto el corazón, como si fuera un capullo con pétalos.
8 Una vez hayas conseguido la forma, vuelve a poner el aceite al fuego pero esta vez a máxima temperatura.
9 Cuando el aceite esté muy caliente, coloca con ayuda de unas pinzas las alcachofas boca abajo para dejar que las puntas de las hojas se frían por completo. Con 2 o 3 minutos en aceite será más que suficiente.
10 Transcurrido este tiempo, debes volver a sacarlas y ponerlas de nuevo en una fuente con papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
11 Ahora, es el momento de salpimentar y añadir cualquier condimento que pueda ir bien, como un poco de ajo en polvo. Aprovecha para hacerlo cuando aún están calientes para que absorban todos los sabores y aromas de los condimentos.
12 Ya tendrás listas tus flores de alcachofas, ahora solo queda disfrutarlas. Podrás comprobar cómo las flores de fuera han quedado crujientes y sabrosas mientras que el interior está tierno, untuoso y con todo el sabor concentrado. Una auténtica delicia.
Consejos
A la hora de freír, es importante no pasarse más de 3 minutos ya que, como han estado mucho tiempo antes en aceite, tienden a quemarse muy rápido.
Puedes usar tanto aceite de girasol como aceite de oliva. Sin embargo, al confitar, el aceite de oliva acaba dando un toque más melosos a las alcachofas.
Es normal que no te queden perfectas a la primera. El paso más importante, sin duda, es la limpieza previa ya que de ello dependerá que quede toda la parte comestible bien sujeta y con forma.
Es importante que, durante todo el tiempo que pase entre que limpies las alcachofas hasta que comiences a cocinarlas, éstas estén en agua con limón y perejil. De lo contrario, comenzará a oxidarse y perderán parte de su textura y firmeza.
Al agua que uses para dejarlas limpias puedes añadirle unas cucharadas de sal para que vayan sazonando la parte interior y luego no haga falta apenas salpimentar las alcachofas listas.
Fuente: Paloma López para https://softwares-cracked.org