Las alcachofas confitadas Vegasana son una de las delicias que gustan a muchos y que, por falta de pericia o por pereza, no se suelen preparar en casa. Pero esto no debe ser impedimento para que no puedan degustarse. Y es que las alcachofas confitadas son una de las verduras en conserva más deliciosas del mercado.
Pero ¿son iguales todas las alcachofas confitadas? por supuesto que no. Además de la importancia de su calidad y su preparación, el éxito de este plato en la mesa puede radicar en su presentación o acompañamiento. Si quiere conocer las posibilidades de estas ricas verduras y alguna razón nutricional por la que incluirlas en su dieta, aquí se lo vamos a contar.
Los beneficios de comer alcachofas confitadas
Las alcachofas son una de las verduras más saludables. Sus aportes nutricionales son muy apreciados por médicos y dietistas, y sus posibilidades en la cocina también las hace populares entre gastrónomos de todos los estilos.
Para empezar, las propiedades nutritivas de las alcachofas pasan por su alta presencia de vitamina b1, así como de minerales como el calcio y el fósforo. Pero no son los únicos, ya que, aunque en cantidades menores, también se encuentran otros aportes como vitaminas c, b3, b5 y b6, potasio, hierro, magnesio y zinc.
Estos aportes nutricionales y minerales no son la única cosa interesante de comer alcachofas. Este tipo de verduras de hojas duras tiene un gran efecto diurético por su alto contenido en agua, por lo que ayudan a evitar las retenciones de líquidos y pueden favorecer la pérdida de peso.
Esta acción depurativa de las alcachofas se ve reforzada por sus propiedades para la digestión de las grasas y la eliminación de las toxinas. De hecho, es muy frecuente encontrar productos détox o depurativos que incluyen la alcachofa entre sus ingredientes.
Mucha gente aprecia la alcachofa por ser una verdura muy rica en fibra, lo cual ayuda a saciar a quien la consume y también favorece el tránsito intestinal. Esto permite aliviar o prevenir el estreñimiento.
También se considera que la alcachofa es muy positiva para el funcionamiento del hígado, ya que tienen altas capacidades para regular la formación de la bilis. Esto, unido a los efectos diuréticos, hace que el consumo de alcachofas esté indicado para prevenir o combatir enfermedades relacionadas con el hígado, la vesícula biliar u otras enfermedades hepáticas como cirrosis o hepatitis.
No debemos olvidar otro de los aspectos más llamativos de las alcachofas en términos de salud: su ayuda a la hora de reducir los niveles de «colesterol malo» y triglicéridos. Esto es algo que preocupa actualmente y que puede influir en la aparición de diversas enfermedades cardiovasculares. La acción de las alcachofas contra el colesterol y los triglicéridos se debe principalmente a la presencia de una sustancia que se llama cinarina.
Menos conocida es su ayuda en la dieta de los diabéticos ya que rebajan el nivel de azúcar en la sangre y tienen altas cantidades de inulina, un hidrato que se transforma en fructosa.
¿Por qué consumir alcachofas confitadas en conserva?
Todos estos beneficios nutricionales y saludables de las alcachofas se han de unir a su maravilloso sabor y, como hemos dicho, las posibilidades que ofrecen en la cocina.
Como la gran mayoría de las verduras, su disponibilidad muchas veces está acotada a la temporada en la que se producen, y no siempre se pueden conseguir de buena calidad y a buen precio.
La solución es adquirirlas en conserva, como las que elaboramos con la receta de alcachofas confitadas de la boulette. Además de conservar todas esas propiedades nutricionales que hemos comentado, aportan un gran sabor gracias al confitado en aceite de oliva virgen extra y ese toque de pimienta blanca. El confitado es una técnica que consiste en realizar una cocción a baja temperatura en materia grasa y de forma prolongada, de aquellos que se desee confitar.
¿Cómo se pueden consumir las alcachofas confitadas?
Aunque no lo parezca a priori, las alcachofas son una de las verduras que más posibilidades ofrecen a la hora de combinar con otros alimentos. Y sí, también las alcachofas confitadas en aceite permiten distintas recetas.
Una de las más populares y socorridas es presentarlas con trocitos de jamón ibérico, algo que suena a comida tradicional de multitud de casas y restaurantes. También se puede optar por cambiar el jamón por un poco de cecina, para darle un toque un poco distintivo y personal.
Otra de las opciones, un poco más norteña y menos conocida en general es presentarlas con unas anchoas y un poco de huevo cocido rallado. Hay recetas que también proponen la inclusión de frutos secos, como nueces o pistachos, lo cual resulta muy sabroso tanto en el tacto como en el gusto.
Y, cómo no, de un modo sencillo y, a la vez, sabroso, preparar un plato muy completo con pasta fresca. Unos tagliatelle o unos fetuccine con las alcachofas confitadas y un poco del aceite de las mismas, sin más complicaciones, puede resultar una comida rica, saludable y saciante.
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